Amor por las historias y su poder de fuego

Un relato que ensalza al relato es de por sí un hecho auspicioso. Y si ese relato, además, venera a la figura de nuestros adultos mayores, de nuestros queridos viejos, pues, lo es por partida doble.

"Había una vez, hace 40 años", la película documental de la realizadora Flavia Mertehikian, nos devuelve a una matriz primigenia: presenta cómo se conectan las dos puntas de la vida, los niños y la gente de la llamada tercera edad. En el medio, la literatura, la fábula, los cuentos, las historias.

En un tiempo superpoblado de narraciones falsas y de valores alejados de aquellas horas prístinas de nuestros abuelos, llega este refresco, como homenaje de vida. Esto nos habla de una costumbre vital, que nos forjó y nos formó: crecimos con las historias que nos contaron y es nuestro deber no interrumpir ese rito. ¿Acaso se puede vivir sin historias?

Flavia traza con este film un doble camino: por un lado marca ese acto tan caro a nuestras vidas, por otro, sabe hacer hincapié en la figura de los narradores, aquellos agentes de transmisión que, en sí mismo, se erigen como parte de lo contado. Porque no hay narración sin narrador, no hay cuento sin contador.

La forma de su relato –el de la documentalista- sin dudas la coloca a ella también como una hábil narradora. La transparencia de una modalidad observadora, el saber ubicar a los protagonistas en su punto y en su lugar justos, hablan no sólo del respeto hacia su objeto, sino, fundamentalmente, en un gesto de afección y ternura. 

Esta obra no podría concebirse sin el amor, sin el sentimiento genuino por las historias y su poder de fuego. Flavia nos reconecta a nuestra infancia, a aquel amanecer de los cuentos y de las vivencias. Y lo sabe hacer a partir del retrato de los abuelos narradores. Vaya misión que eligió enfrentar. El resultado es más que elogiable. Gracias por tanto y gracias por hacernos reflexionar desde el corazón. Para que los "Había una vez…" se repitan eternamente, más allá de los tiempos urgidos y de los dispositivos, más allá del vacío posmoderno del cuento yermo.

Ricardo Aiello

Guionista. Autor audiovisual y docente

Autor de "Escribir pantallas. Desde el tren de

los Lumière a las pantallas transmedias"