Juan José Agüero, el cantor que marca el ritmo a Mar del Plata: “La música nos hace bien a todos”

01.12.2021

Juan José Agüero acaba de cumplir 82 años, pero él bromea que son 28 si invierte los números. Sin dudas esa es la edad de su espíritu. Reconocible por su sombrero y distinguida presencia, el cantor ofrece cada día su show en "este lugar especial de Mar del Plata". Un ritual que comienza a las 14:30 horas y puede extenderse hasta tres horas en la esquina de Rivadavia y diagonal Pueyrredón. Solo con su micrófono, un parlante con ruedas y su repertorio de temas melódicos, tangos y también algunos bailables, el artista ameniza las jornadas de un público que le responde con cariño y ya le considera un símbolo de la ciudad.

"Buenas tardes, cantor", saluda un vendedor ambulante a Juan José Agüero cuando se aproxima a su sitio habitual. Dos jóvenes que, media hora antes, habían elegido ese lugar para hacer su trabajo de promotores le dan la bienvenida y se mueven a otro rincón del centro, sin que él lo pida. En un jueves gris y tormentoso casi terminando este 2021, llega acompañado de un muchacho con sombrero: Leonardo Mario Cirone también es cantor en las calles de La Feliz y lo adoptó como maestro. Además, resultaron ser vecinos así que hacen juntos el viaje de ida y vuelta en colectivo. Dos generaciones muy distantes unidas por la pasión del canto.

"Para mí cantar es imprescindible, me llena el alma... la música nos hace bien a todos", explica Agüero sobre su vocación y oficio que se remonta a cuando era un adolescente. Nacido y criado en Pehuajó, con 17 años formó el primer conjunto tropical de su pueblo. "Con Juan José y los Dickens tocábamos en todos los bailes de la zona y la mayoría de los clubes". Años después, pasó a integrar "una orquesta muy grande, siempre como cantante: Los Seis Sudamericanos de Pehuajó". Cuenta el cantor que menos él, casi todos eran profesores de música en el grupo al que le llovían los contratos, ya entrada la década del 60. "En esa época no había confiterías bailables prácticamente, entonces se hacían muchos bailes, fiestas privadas y demás", explica Agüero sobre esos años gloriosos en los que coincidió con cantantes de fama nacional. "Compartí escenario con Sandro en Salliqueló, cuando era Sandro y los del Fuego". Por supuesto que está entre sus artistas favoritos, como Sergio Denis o Goyeneche o Los Iracundos, menciona solo a algunos de los que vio de cerca en aquellos bailes. Sobre todo, "en Trenque Lauquen donde se hacían los Super Bailables de Barrio, y ahí estábamos con la orquesta todos los meses, y a fin de año se hacía un show espectacular".

En paralelo, Agüero siempre se desempeñó en otros empleos. "A los 17 entré a trabajar en una casa de remates de feria en Pehuajó, durante 10 años. Al tiempo fui empleado en Vialidad de la Provincia, también como diez años, y al final trabajé como mayorista de ropa, pero siempre cantando los fines de semana", rememora sobre esa época en la que su mujer le acompañaba a cada baile, hasta con su primera hija cuando era pequeña. Con la llegada del segundo hijo, ya se hizo más difícil mantener ese trajín y entonces lo dejó por algún tiempo.

EL CANTOR A CIELO ABIERTO

"Tengo demasiada historia", remarca el cantor que en 1986 se trasladó con su familia a Mar del Plata, después de la inundación en su pueblo. Acá tenía un negocio de ropa en la Galería Rivadavia, y la hija mayor que estaba estudiando abogacía en la ciudad. Así inició una nueva vida. El destino quiso que volviera a cantar cuando se reencontró con su baterista y tecladista Juan Carlos Ternuchi. Juntos formaron el Dúo Reencuentro y estuvieron durante 17 años haciendo shows. "Hemos actuado en el Casino, en el Colón, en Miramar, en muchos lugares importantes, en restaurantes como El Padrino, en todos los centros de jubilados de la zona...", recuerda Agüero sobre esa etapa en la que todavía no sufría la disminución visual que le impidió manejar. Por esa razón, tuvo que vender su auto y ya no pudo trasladarse cómodamente con sus equipos.

"La idea de cantar en la calle surgió porque ya no podía andar de noche. Y ahora pienso que probablemente tendría que haberlo hecho antes. Cuando empecé, hará unos 6 o 7 años, todavía tenía el Dúo, pero mi compañero no estaba muy bien de salud. Entonces él me aconsejó que me animara a cantar solo y bueno así fue", comenta Agüero. "Le puedo asegurar que esto es muy bueno, claro que haciendo las cosas bien, como corresponde: yo hago un show como si fuera en un lugar cerrado, con mucho respeto y cariño y la gente conmigo responde que es una barbaridad", agradece el cantor que alegra hasta un día de lluvia con su música.

Ninguno de los tres hijos de Agüero siguió su camino artístico. La mayor es abogada, el hijo contador y la pequeña, Ingeniera en alimentos. Sin embargo, todos le apoyan en su afán de salir a cantar cada día. "Hay gente que por ahí me dice, cómo podes a esta altura dedicarte a esto, y yo les respondo: Qué voy a hacer, ¿quedarme en casa todo el día? Si a mí lo que me llena es cantar", repite como un mantra.

Tiene la suerte de haberse separado en buenos términos con la madre de sus hijos, según cuenta, y vive hace más de 12 años muy feliz en pareja otra vez. "Ella me ayuda a memorizar letras de nuevas canciones para renovar el repertorio", señala.

LA LECCIÓN DE UN GRANDE

Generoso y buen colega, Juan José Agüero quiso sumar a Leonardo Mario Cirone a esta entrevista para que también se le conozca como cantor. El mendocino de 34 años se radicó recientemente en Mar del Plata. Dice que vio un par de veces al maestro cantando, hasta que una vez al coincidir en el colectivo se atrevió a pedirle consejos. Así entablaron amistad. Leo es técnico en Arte y diseño Multimedia y trabaja por cuenta propia, dando un lugar especial al canto en su vida. Estudia desde hace nueve años, pero su profesora siempre le decía que hay que estar muy seguro para cantar en la calle. Conocer a Juan José le dio valor para enfrentarse al público y lo hace a capella o con un pequeño parlante, a unas pocas cuadras de donde se ubica su mentor Agüero.

"Yo por mi poca vista solo puedo usar el celular para llamar. Ahora me encontré con este pibe Leo, que es un espectáculo como maneja todo lo que está de moda en tecnología", dice el cantor sin redes sociales y con la ilusión de que los más jóvenes le ayuden a solucionar ese escollo. Leo promete que le va a dar una mano con ese tema. HISTORIAS MAYORES se convierte en testigo de un pacto intergeneracional de artistas y confirma que JUAN JOSÉ AGÜERO es todo un GRANDE.

"¿Qué es lo más gratificante de este trabajo?... Muchos me dicen no dejes nunca de cantar. Algunos saben que no veo bien y me piden que no deje de venir: que te acompañe alguien, pero vení, me dicen, y yo sigo acá mientras pueda, me encontrarán cantando en este lugar especial de Mar del Plata".